simon_pedestal

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lunes, 30 de enero de 2012

TODO ESTÁ PERDONADO, de Rafael Reig

Con un arranque de investigación policial, pero en la línea más satírica y esperpéntica, se inicia la acción con la muerte por envenenamiento de una mujer, Laura, que estaba a punto de casarse, una Gamazo, hija de la rancia oligarquía que domina el país desde siempre. A partir de ahí se va a desgranar, con saltos hacia atrás y hacia delante, la historia española desde los momentos finales de la República hasta la actualidad (la Eurocopa de 2008), y con saltos, también, de personaje en personaje, se va creando la trama que nos cuenta las historias personales de unos personajes paradigmáticos de una época o de todas las épocas de la vida española: la vida y vericuetos de la familia Gamazo, la existencia desastrada y superviviente del detective Carlos Clot, la desgraciada y militante vida de una chica de la limpieza, que no es lo que en principio se puede esperar de ella.
El narrador es un testigo no protagonista, beneficiario del régimen franquista, que cuenta , recrea e incluso fabula todas las historias entrelazadas que ocurrieron o que pudieron ocurrir en un relato lleno de sátira pero también de alegorías con tintes surrealistas, oníricos: un Madrid navegable, una sociedad sin automóviles por la carencia de petróleo, una sociedad donde se recluye en una especie de campos de concentración a yonkis y apestados sociales, una fortuna familiar engrandecida con el negocio de expendedoras de hostias consagradas, grupos religiosos casi mafiosos que detentan el poder económico y actúan como sectas, un terrorismo del GRAPO activo en la actualidad y altamente destructivo, etc.
La unión y mezcla de estos dos aspectos, el realismo testimonial y de denuncia por un lado (aunque no bajo un punto de vista maniqueo, sino siempre irónico y desgarrrado a veces) y el mundo ficticio y disparatado por otro, hacen de la novela una suerte de pandemónium que retrata la sociedad española más real desde una perspectiva cáustica y carnavalesca, próxima al esperpento de Valle-Inclán.
Uno de los aspectos que más sobresalen es cómo, en ese ir y venir en el tiempo, desde el franquismo a los tiempos actuales, el autor emplea el mismo tono, retrata a una sociedad igual a sí misma, con lo que apenas podemos discernir de qué época se nos habla a no ser por los personajes protagonistas. El autor consigue con maestría que veamos toda ese discurrir de la historia reciente española como un mismo e inalterable momento. Nos persigue la imagen de que todo es igual, todo es lo mismo. El inicio del nuevo milenio en España es idéntico a los años 50 ó 60 de la dictadura, los personajes actúan de la misma manera, la corrupción, la oligarquía de siempre, la miseria moral, los desclasados,...nada ha cambiado, básicamente porque “todo está perdonado”. El espejismo de la democracia ( “Santa Transición” mediante) sólo ha sido un simulacro orquestado por los que ya ostentaban el poder; los que ganaron la guerra, también “ganaron la paz”. Esto no sólo se postula, desde las historias, sino que se percibe claramente en ese retrato implacable que nos saca de la ilusión de un supuesto cambio para darnos de bruces con que estamos ante lo mismo, que nada ha cambiado y que no parece haber redención para la sociedad española. En este sentido, me resultó un lectura especialmente sobrecogedora: los espejos deformantes del callejón del gato siguen actuando en nuestra literatura para enseñarnos la cara más vil, menos amable y más desoladora de una sociedad sin esperanza.
El episodio en que el detective Clot descubre en plena relación erótica que la mujer exuberante y hermosa que tanto desean sus instintos resulta ser un hombre es significativo. Este simulacro de mujer es equiparable al simulacro de España: bajo la poderosa seducción se encuentra el fraude, la mentira. Sin embargo, Clot, que parece ser , junto con Charo, el personaje más digno de la trama, se deja llevar a la relación homosexual, sin oponer resistencia. Todo está perdonado y todos nos hemos dejado hacer, nos hemos dejado llevar, contra nuestra propia naturaleza.
La Transición no es más que un simulacro, se nos recuerda insistentemente. Los de arriba siguen siendo los mismos, que vieron lo oportuno de frenar los cambios reales, haciéndose abanderados de la democracia. En un momento dado viene a decir un oligarca: démosle bienestar y un  coche al obrero, démosle democracia, para que todo siga igual. El coste es menor, las ganancias, siempre las mismas, para los mismos.

“Tras la victoria, el hombre providencial fue el Generalísimo, que mantuvo en pie durante otros cuarenta años la Restauración sin rey, pero muy pronto con príncipe heredero.
Un siglo duraba ya la I Restauración. A partir de 1975 se hizo necesaria una II Restauración con nuevos materiales y alaeaciones más duraderas, pero impulsada en el mismo proyecto que impulsó Cánovas: un régime oligárquico adminstrado por instituciones democráticas.”

Pero esto podría hacer creer que se trata de una novela de tesis, y no lo es. Es una novela con afán demoledor, agresor de lo instituido. Es una revisión de lo convenientemente aceptado. Pero también es mucho más.
Resulta original  y un disparate lúcido el paralelismo que se establece desde el principio entre los fracasos y éxitos del fútbol español y la historia reciente de España, de modo que ambos transcurren hilvanados, para señalarnos el relato de un fracaso, a pesar de la victoria de 2008 en la Eurocopa, desde donde parte la novela. Aquí interviene la ficción: un atentado hunde las esperanzas de gloria tras la victoria, como, paralelamente, el mundo en apariencia democrático y de los nuevos valores en el que vivimos sigue siendo herencia disfrazada de ese mundo viejo, decadente y totalitario, herencia del franquismo y más allá del franquismo, de la oligarquía procedente del siglo XIX y que ya ensalzaba Cánovas.


Esta mezcla de lo serio y lo chusco, la crítica agria y la broma o el dislate, obedecen, a mi parecer a una amplia tradición hispana, que se prolonga en autores como Reig o, por supuesto, Orejudo (en Ventajas de viajar en tren, o en Un momento de descanso, a pesar de que el tema es ajeno al de esta novela, podemos respirar el mismo humor, la sátira, y ese gusto por la imaginación desbordada y delirante unidas a la visión deformada del mundo que nos rodea). Sin embargo, Reig me resulta más destructivo, más implacable, y en su teatro de títeres no deja uno con cabeza.
O quizá sí, se muestra más compasivo en la figura de Charo, la proletaria metida a terrorista, y en la de su madre, pues ambas siguieron el mismo designio: mujeres fuera de lo común, que no aceptaron lo impuesto (ni un matrimonio convencional, ni una vida sometida y gris) y optaron por la lucha, por cambiar lo establecido, aunque esta hubiera de ser una lucha cruel, al límite de la  atrocidad y la destrucción. El diálogo del final, con Clot, es representativo de este personaje contra lo convencional, que renuncia a la felicidad personal en favor de sus ideas:

“-¿Felices? ¿Allí, juntitos los dos? ¿Felices nosotros solos? ¿Sin ser parte del resto? No, gracias, Charlie. Yo no quiero olvidarme de todo lo demás. No quiero morir sola, en la oscuridad, sin que el marinero piense en mí. No quiero morir sola, en la inmensidad, sin que el minero piense en mí. No quiero un cachito de cielo para nosotros dos.(...)
El cielo hay que tomarlo por asalto y para todos, Charlie. No es un escondite. ¿Qué íbamos a hacer allí solos?(...)
Sí que estamos solos. Tú y yo no es más que un animal imaginario, la bestia de dos espaldas, la más fabulosa de todas las criaturas inventadas. Mucho más imposible que el ave fénix, que el unicornio o que el basilisco.”

Pero  no sólo hay sátira, también cierta compasión, en retratos como los de la Charo niña, que añora a su madre prófuga y resiste a las humillaciones del colegio de monjas con la cercanía de los libros que conservó de ella; o el de la Charo adolecescente con un amor triste de barrio descubriendo un sexo sin entusiasmo y con la salida de un matrimonio con sofá a plazos; o el del estupendo personaje Pachín Micawber, estudioso del espíritu (pneumatólogo), homosexual y estudioso del alma, honesto y desmesurado. También se salva, en cierta medida Carlos Clot, con su vida arrastrada y escéptica, pero no exenta de grandeza en su pequeñez.
Y el humor, muchas veces, es desternillante, como en el impagable episodio de la expedición vaticana a la montaña del Himalaya, para “tocar el cielo”, en que el padre O´Mulligan y la “sor sherpa” sobreviven a duras penas de un accidente en la escalada, e intentan llevarles la comunión (con los envases de hostias consagradas de Perico Gamazo) para que mueran cristianamente:

“En menos de cuatro horas consiguió los envases: dos obuses adaptados para funcionar como sagrario, con capacidad para media docena de obleas.
El propio Juan Pablo II las consagró y Estados Unidos ofreció (también gratis total) uno de los nuevos Black Hawks eléctricos para la misión.
Hubo que pintar el helicóptero de blanco pureza, para que evocara la paloma del Espíritu Santo, en lugar del siniestro halcón negro.
El lanzamiento fue un éxito(...) Comulgaron in situ, a casi 6000 metros de altitud.
Entonces, con la naturalidad que sólo acompaña a las manifestaciones de lo sobrenatural, el padre O´Mulligan pareció revivir. Se remangó la sotana de escalada (una prenda isotérmica fabricada en Milán) y se encaramó a los hombros de sor Marisol.”

Por último, me gustaría señalar, por un lado, el acierto en la voz narradora: nos da una perspectiva desde el bando vencedor, desde los poderosos, con lo que la crítica no es directa, no es panfletaria, sino irónica ( al modo de la voz narradora de Cinco horas con Mario). Aunque, por otro lado, a veces esta voz parece diluirse en la de otro narrador que estuviera en otro punto de vista, y que tomara partido, inverosímilemnete, con lo que parece criticar. Es una voz bastante ambigua, pienso, que no acaba de fraguar a un personaje real. Pero es que la esencia de este mismo narrador-personaje es irreal (él mismo indica, en cierto momento, que inventa lo que le parece). El final del personaje es de una gran espectralidad: atraviesa las aguas, se desnuda y va al encuentro de la fatalidad. ¿Alegoría final? Bien puede entenderse así.
Pues, pese a las humoradas, y los sarcasmos, el regusto que prevalece de esta lectura es el pesimismo escéptico, el dolor por la hipocresía y el desencanto ante la falta de perspectivas de una sociedad asentada en el engaño.

martes, 24 de enero de 2012

Fichas Safari Club (XVIII): Pinauiztli.




Reino: Animalia.
Filo: Arthropoda.
Clase: Insecta.
Orden: Coleoptera.
Familia: Scarabaeidae.
Subfamilia: Melolonthinae.
Género: Phyllophaga.



- "Hay otros cucarachos que llaman pinauiztli. Son de hechura de una hormiga pero grandes como ratoncillos. Los que los ven los toman mal agüero de su vista y piensan que les ha de acontecer algún desastre. Pónese aquí en la letra el razonamiento que hace el que topa a alguna de estas sabandijas. Es graciosa."
Fray Bernardino de Sahagún (Historia General de las cosas de Nueva España. Códice Florentino, Capítulo VIII. Del mal agüero que tomaban los naturales de esta Nueva España cuando encontraban una sabandija o gusano que llaman pinauiztli) 1547.



- "Pinauiztli: cierto escarabajo que tenían por agüero".

Alonso de Molina (Vocabulario en lengua castellana y mexicana) 1571.




- "También tenían los mismos agüeros en encuentros con culebras y alacranes y de otras muchas sabandijas que andan rastreando por la tierra, y entre ellas de cierto escarabajo que llaman pinauiztli"

Fray Jerónimo de Mendieta (Historia eclesiástica indiana) 1597.






-Primer presagio funesto: Diez años antes de llegar los españoles primeramente se mostró un funesto presagio en el cielo. Una como espiga de fuego, una como llama de fuego, una como aurora: se mostraba como si estuviera goteando, como si estuviera punzando el cielo.

-Segundo presagio funesto: Por su propia cuenta se abrasó en llamas, se prendió en fuego: nadie tal vez le puso fuego, sino por su espontánea acción ardió la casa de Huitzilopochtli. Se llamaba su sitio divino, el sitio denominado Tlacateccan (Casa de mando).

-Tercer presagio funesto: Fue herido por un rayo un templo. Sólo de paja era: en donde se llamaba Tzummulco. El templo de Xiuhtecuhtli. No llovía recio, solo lloviznaba levemente. Así se tuvo por presagio, decían de este modo: "No más fue un golpe de sol". Tampoco se oyó el trueno.

-Cuarto presagio funesto: Cuando aún había sol, cayó un fuego. En tres partes dividido: salió de donde el sol se mete: iba derecho adonde sale el sol: como si fuera brasa, iba cayendo en lluvia de chispas. Larga se tendió su cauda, lejos llegó su cola.

-Quinto presagio funesto: Hirvió el agua: el viento la hizo alborotarse hirviendo. Como si hirviera de furia, como si en pedazos se rompiera al resolverse.Fue su impulso muy lejos, se levantó muy alto. LLegó a los fundamentos de las casas; y derruidas las casas se anegaron en agua. Eso fue en la laguna que está junto a nosotros.

-Sexto presagio funesto: Muchas veces se oía: una mujer lloraba; iba gritando por la noche; andaba dando grandes gritos:"¡Hijitos míos, pues ya tenemos que irnos lejos!- Y a veces decía: "Hijitos míos, ¿a dónde os llevaré?"


-Séptimo presagio funesto: Los que trabajaban en el agua cogieron cierto pájaro ceniciento como si fuera grulla. Luego lo llevaron a mostrar a Motecuhzoma, en la Casa de lo Negro ( casa de estudio mágico). Había llegado el sol a su apogeo: era el mediodía. Había uno como espejo en la cabeza del pájaro como rodaja de huso, en espiral y en rejuego. Era como si estuviese perforado en su medianía. Allí se veía el cielo: las estrellas y el Mastelejo. Y Motecuhzoma lo tuvo a mal presagio, cuando vió las estrellas y el Mastelejo. Pero cuando vio por segunda vez la cabeza del pájaro, nuevamente vio allá en lontananza; como si algunas personas vinieran de prisa; bien estiradas; dando empellones. Se hacían la guerra unos a otros y los traían a cuestas como venados. Al momento llamó a sus magos, a sus sabios. Les dijo:-"¿No sabéis: qué es lo que he visto? ¡Unas como personas que estaban en pie y agitándose!..."
Pero ellos queriendo dar la respuesta, se pusieron a ver: desapareció (todo): nada vieron.


-Octavo presagio funesto: Muchas veces se mostraban a la gente hombres deformes, personas montruosas. De dos cabezas pero un solo cuerpo. Las llevaban a la Casa de lo Negro; se las mostraban a Motecuhzoma. Cuando las había visto luego desaparecían.


Miguel León-Portilla. Visión de los vencidos: Relaciones indígenas de la conquista. 1959.



-Pero creo que hubo un noveno y no menos funesto presagio (que omitieron los informantes de Sahagún):
Otro día, Pinauiztli se posó sobre el cabello de Motecuhzoma. Intuyó que algo vergonzoso afligiría a su pueblo y que tal vez morirían todos a consecuencia de esto. Tomó al escarabajo con cuidado de su cabello, y luego de dibujar los puntos cardinales en el suelo, lo dejó en aquel centro de incertidumbre: Pinauiztli se desplazó decidido hacia el Norte, la dirección del Reino de la Muerte o Mictlán. Entonces Motecuhzoma supo que llegaría el fin de su mundo.




"A los pocos días vino un macehual (hombre del pueblo) de Mictlancuauhtla (bosque de la región de los muertos), que nadie lo envió, ni principal ninguno, sino sólo de su autoridad. Luego que llegó a México, se fue derecho al palacio de Motecuhzoma y díjole: señor y rey nuestro, perdóname mi atrevimiento. Yo soy natural de Mictlancuauhtla; llegué a orillas de la mar grande, y vide andar en medio de la mar una sierra o cerro grande, que andaba de una parte a otra y no llega a las orillas, y esto jamás lo hemos visto, y como guardadores que somos de la orilla de la mar, estamos al cuidado."



Pinauiztli es el que trae la vergüenza a alguien, el escarabajo de mayo, el mayate, el auténtico escarabajo apocalypto de los mexicas.



ATENCIÓN, NOTICIA DE ALCANCE CONOCIDA GRACIAS A LA PÁGINA WEB AZTEC MEXICOLORE!

Resulta que no solo nuestro nuevo amigo (amigo aunque todos rezamos para que jamás se nos pose uno en la cabeza) el escarabajo mayote Pinauiztli aparece en los viejos códices de la Nueva España... es que también aparecen representadas nuestras amigas las notonectas o barqueritos (axayácatl) porque ellas y sus huevos (una especie de caviar mexica) eran alimento apreciado por los aztecas, que las pescaban sin demora con unas redes de tela. Por no decir que incluso uno de sus poderosos emperadores se llamó Axayácatl, cara de agua, o sea notonecta.


Escenas de la tradicional pesca de axayácatl en las lagunas mexicas.







[Ya veréis cuando les cuente esta historia a Noto y a Necta (las dos notonectas que tengo como mascotas en un frasco de cristal con agua), ¡se van a poner a nadar como locas solo de pensar que tuvieron antepasadas ilustres en el Nuevo Mundo!]





Pues bien, ahora, después de conocer todo esto, además de replantear mi incompleto y obsoleto post sobre la Notonecta Glauca, tendré que recurrir (por enésima vez) al viejo Melville:

"A menudo , uno oye hablar a blogueros que se elevan y se hinchan con su tema, aunque este parezca ordinario. ¡Cómo entonces me pasará a mí, escribiendo sobre escarabajos! Inconscientemente mi caligrafía se expansiona en enormes caracteres... ¡Dadme una gran barra de herramientas de texto! ¡Dadme un gigantesco teclado inalámbrico! ¡Amigos, sostenedme los brazos! Pues el simple acto de escribir mis pensamientos (o de corto-copio-pegar los de otros) sobre estos animalillos, me fatigan y me hacen desmayar con su desbordado alcance de movimiento, como para abarcar todo el círculo de las ciencias, y todas las generaciones de escarabajos, y de los hombres y de los mastodontes, pasados, presentes y futuros, con todos los panoramas giratorios de imperios en la tierra, y a través del universo entero, sin excluir sus suburbios. ¡Tal, y tan magnificadora es la virtud de un tema amplio y liberal! Nos expansionamos hasta su tamaño. Para producir un blog poderoso hay que elegir un tema poderoso. No se puede jamás escribir un blog grande y duradero sobre la pulga, aunque haya muchos que lo han intentado."

miércoles, 18 de enero de 2012

jueves, 12 de enero de 2012

Ediciones El Estili(s)ta.




".... ¡Sniff, Bartleby! ¡Sniff, Humanidad!"



La portada es un juego y una decisión de la editorial, querían mi ojo en blanco y negro.


"Quien haya leído alguna vez un cómic habrá observado que, cuando se quiere representar a alguno de los personajes llorando o sollozando, se utiliza la palabra inglesa sniff. Durante muchos años pensé que esa palabra significaba llorar pero al cabo de un tiempo me enteré que su verdadero significado era algo así como absorber, inhalar, percibir, husmear... O qué."

viernes, 6 de enero de 2012

Sitôt qu'on le touche, il résonne (XXV) : Su mapamundi, gracias.




Los Planetas versionan el tema de Sr. Chinarro (que también es de Sevilla, y Sevilla por tener...)

Ideal para una mañana como la de hoy. Además, suena en el genial arranque de la Película del Proyecto Nocilla.


¡Qué de cositas me han dejado en el salón! ¡Yújuuuuu!














miércoles, 4 de enero de 2012

Fichas Safari Club (XVII): El Escarabajo Blanco.




Reino: Animalia.
Filo: Arthropoda.
Clase: Insecta.
Orden: Coleoptera.
Familia: Scarabaeidae.
Subfamilia: Melolonthinae.
Género: Cyphochilus.


Capítulo XLII. La blancura del escarabajo.

"... Pero todavía no hemos explicado el encantamiento de esta blancura, ni hemos descubierto por qué apela con tal poder al alma: más extraño y mucho más portentoso... por qué, como hemos visto, es a la vez el más significativo símbolo de las cosas espirituales, e incluso el mismísimo velo de la Deidad Cristiana, y sin embargo, que tenga que ser, como es, el factor intensificador en las cosas que más horrorizan a la humanidad.
¿Es que por su naturaleza indefinida refleja los vacíos e inmensidades sin corazón del universo, y así nos apuñala por la espalda con la idea de la aniquilación, cuando observamos las blancas honduras de la Vía Láctea?
¿O es que, dado que, por su esencia, la blancura no es tanto un color cuanto la ausencia visible de color, y al mismo tiempo la síntesis de todos los colores, por esa razón es por lo que hay semejante vacío mudo, lleno de significado, en un ancho paisaje de nieves; en un incoloro ateísmo de todos los colores, ante el que nos echamos atrás?
Y si consideramos esa otra teoría de los filósofos de la naturaleza, de que todos los demás colores terrenales -toda decoración solemne o deliciosa, los dulces tintes de los cielos y los bosques del poniente; sí, y los dorados terciopelos de las mariposas, y las mejillas de mariposa de las muchachas-, todos ellos, no son sino engaños sutiles, que no pertenecen efectivamente a las substancias, sino que sólo se les adhieren desde fuera, de tal modo que toda la naturaleza deificada se pinta como una prostituta cuyos incentivos no recubren sino el sepulcro interior; y si seguimos más allá y consideramos que el místico cosmético que producen todos sus colores, el gran principio de la luz, sigue siendo para siempre blanco o incoloro en sí mismo, y que actuase sin un medio sobre la materia, tocaría todos los objetos, aun los tulipanes y las rosas, con su propio tinte vacío; al pensar todo esto, el universo paralizado queda tendido ante nosotros como un leproso; y como los tercos viajeros por Laponia que rehúsan llevar en los ojos gafas coloreadas y coloreadoras, así el desdichado incrédulo mira hasta cegarse el blanco sudario monumental que envuelve toda perspectiva ante él. Y de todas estas cosas, el escarabajo albino era el símbolo. ¿Os asombra entonces la ferocidad de la caza?"
Herman Melville (Moby Bug).



Año 1983. Unos niños juegan un partido de fútbol que se interrumpe por la llegada de un joven retrasado mental, el Palomitas. El Palomitas siempre repite las mismas frases. Por eso, los niños van y le preguntan:

-Eh, Palomitas... ¿Qué película viste anoche en la tele?

-¡Ufff... uffff...! ¡Eda una película maff veffde, maff veffde, maff veffde...! (Agitaba la mano y se retorcía nervioso, la baba se le caía de pura e imaginativa lujuria)

-¿Tan verde era, Palomitas?

-¡Eda maff veffde queff campo deff Beti; Maff veffde, maff veffde... que la seffva de Taffzán!



Aquellas acertadas comparaciones cromáticas del Palomitas no nos servirán ahora para explicar cuán blanco es el Cyphochilus: nuestro nuevo, pequeño y temible, escarabajo blanco.
Porque ni el oso blanco de los Polos, ni el tiburón blanco de los trópicos, ni ese blanco fantasma que es el albatros, ni el legendario Corcel Blanco, ni el horrible hombre albino, ni el Chubasco Blanco de los mares del Sur, ni los asesinos encapuchados blancos de Gante, ni la palidez marmórea de los muertos, ni el manto níveo con el que cubrimos a nuestros fantasmas, ni el caballo en el que cabalgará el rey de los terrores (Apocalipsis.6,2), ni un Fraile Blanco, ni una Monja Blanca, ni la Torre Blanca de Londres, ni la gigantesca espectralidad de las Montañas Blancas de New Hampshire, ni el Hombre "alto y pálido" de los bosques del Hartz, ni la extraña y triste ciudad de Lima...
En otras palabras, ni la nieve, ni la leche, ni los dientes de un congoleño, ni un folio blanco, ni la palangana de Pilatos, ni el semen (en caso de que os salga blanco y no os pase como aquella vez que eyaculé semen rojo para mi sorpresa y horror), ni el blanco de los ojos de una muchacha indú, ni los nevaditos hojaldrados, ni la teta de una monja, ni la pintura blanca Titanlux o Titansport, ni el temible hombre blanco de Colón enfundado en su chándal pijamero queriéndole cambiar el bombo de detergente a tu madre delante de todo el barrio, ni la goma de borrar olor a nata Milan, ni el yogur natural Danone o Yoplait, ni aquella España camisa blanca de mi esperanza (a veces madre, siempre madrastra)... Ni el fondo blanco de Facebook, ni el fondo blanco de Blogger... NADA. PORQUE NADA EN ESTE MUNDO ES TAN BLANCO COMO LA BLANCURA DEL ESCARABAJO CYPHOCHILUS.

-El caparazón del escarabajo Cyphochilus está formado por escamas superpuestas que son diez veces más finas que un cabello. El investigador Pete Vukusic, de la universidad de Exeter (Gran Bretaña), comenta: “Cuando vi las escamas por el microscopio electrónico, fue como descubrir otro mundo; fue realmente increíble”. (¡A mí también me molan los acertijos del Libro de Exeter! Grupo de facebook - 1 miembro)

-El escarabajo Cyphochilus puede lucir el blanco más blanco del reino animal. Además se necesita de un microscopio electrónico para ver el patrón de estructuras que dispersan la luz sobre el escarabajo. Su blancura no se debe al pigmento por sí solo, sino al modo en que su estrutura corporal maneja la luz. Lo que nosotros vemos como blanco es el espectro de color dispersado al azar. Los huecos y columnas repartidos aleatoriamente por las ultradelgadas escamas del escarabajo dispersan la luz con eficacia".





Por eso, atrapar a uno de estos bichitos (de unos dos centímetros aprox.) en las selvas de Malasia despierta temores arcanos.

Siempre está el joven estudiante de entomología que se embarca alegremente hacia el Sureste asiático en alguna expedición organizada por su departamento universitario en busca de experiencia y conocimientos en el corazón de la selva virgen y que luego fallará tembloroso la captura de su primer cyphochilus.

-"Profesor, lo que me agitó de ese modo no era tanto el miedo de despeñarme por aquellas rocas donde habita el escarabajo, cuanto el temor de su horrible blancura"

Y que se dirá a sí mismo: "Me parece que este capítulo al albayalde sobre la blancura no es más que una bandera blanca que asoma desde el alma de un cobarde; te rindes a una hipocondría, Ismael"







“Del amor a la gloria vana ¿está libre tu pecho? ¿Lo está de ira y de temor de muerte? Los sueños, los terrores mágicos, los nocturnos lémures, los blancos cyphochilus, los sortilegios de Tesalia… ¿te ríes de ellos?”
Horacio (Epístolas XI,2)