simon_pedestal

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viernes, 30 de marzo de 2012

EL JARDÍN COLGANTE, de Javier Calvo


Más allá de la trama magistralmente trenzada, lo que impacta de esta novela es su simbolismo desgarrado y su sentido que, bajo el sarcasmo, la rotundidad del estilo y la agilidad vertiginosa de las acciones, nos remite a una visión apocalíptica, tremendista e incluso “doliente”de la sociedad española. De un momento determinado de su historia, la transición, pero que puede enlazar claramente con una interpretación de la realidad actual. El momento histórico del que habla no es más que un jalón representativo de lo que, para el narrador, va a ser el futuro del país. Basado en la falsedad, en el juego de máscaras y en la falta de horizontes.
El argumento se sigue con un interés creciente y, a modo de novela negra o de espías parodiada, se va tramando un laberinto de acciones sorprendentes por lo imprevisibles y que enmarañan una red de mentiras, de intenciones dobles, y de personajes increíbles. Alternativamente por capítulos, asistimos a las investigaciones disparatadas de un grupo del recién creado CESID, con Arístides Lao a la cabeza (especie de genio de la lógica, maniático y sin emociones), frente a las vivencias de “el otro lado”, representado por una agente infiltrado en un grupo terrorista de izquierdas, Teo Barbosa (escéptico irónico sin escrúpulos con quien, sin embargo, el lector empatiza bastante). La historia nos lleva por el vértigo de acciones que cada vez van desmintiendo nuestras expectativas. Nada es lo que parece, y nos hallamos, como lectores,  inmersos en la búsqueda de una verdad o un punto de apoyo. Pero la verdad de las mentiras no llega a desvelarse plenamente, o su desvelamiento es más bien atroz. Porque es de la falsedad y de la ausencia de identidad “real” de lo que nos habla la novela. Aunque también de la violencia, de la locura institucionalizada, de la destrucción ominosa de una sociedad.
Pero junto a esa trama veloz, hallamos la presencia constante de lo simbólico, de elementos que remiten a la alegoría por su inverosimilitud (un meteorito que se estrella contra España y que va produciendo cambios climáticos, por ejemplo). De continuo se entremezclan reflexiones o breves digresiones, pero no de tipo ensayístico, sino de rotundidad poética y de un lirismo alegórico que pueden ir dándonos claves para la interpretación de la trama. España como un islote, o como un meteorito apocalíptico o como un jardín colgante, desconectado del pasado pero también del futuro. España como la Alicia en el país de las maravillas que se precipita interminablemente hacia el revés de las cosas, hacia las “Antipáticas”. El simbolismo de la obra de Lewis Carrol, que acompaña a Teo Barbosa por su periplo terrorista, es esclarecedor. Nada es lo que parece, reina el absurdo y la alegoría se infiltra otorgando significado a elementos inverosímiles, como en el autor británico.
El meteorito cobra especial relevancia: establece un compás de espera (la transición) en el que todo parece fantasmagórico (la lluvia torrencial, la ceniza, el calor sofocante ambientan esa tensión irreal en la que viven los personajes). El meteorito es un anuncio apocalíptico, que sume al país  en el terror de lo absurdo, de la mentira como principio. En manos del personaje Dorcas, alias el Ogro, se materializa ese horror, esa destrucción entre los guerrilleros, que es correlato de la destrucción del pasado a la que el poder ha sometido al país, instaurándolo en el olvido y en la falta de futuro. En la suspensión de las expectativas.
La crítica y la parodia de la transición española, que  desvela ese lado oscuro, impostor, que tuvo y de aniquilamiento del pasado, recuerda a la visión surrealista de Rafael Reig en Todo está perdonado. Pero aquí la denuncia se hace menos evidente, o menos social y más abstracta, o cae del lado metafísico. Aunque igualmente  esa etapa histórica queda desvelada como un teatro que maneja las marionetas y oculta sus hilos de acción. El resultado, en ambos autores, es la pérdida de la identidad, la pérdida de la verdad/realidad, aunque, si bien Reig abría una puerta (irónica) a la esperanza, creo que Calvo clausura toda salida. El fingimiento prevalece y encubre el horror. El sarcasmo en esta novela no es tanto esperpentización como dolor lúcido. La visión apocalíptica cobra sentido también hacia el futuro, que es nuestro presente.
El personaje de Sara Arta es víctima de ese doble juego que recorre toda la trama policial y de espionaje. Es torturada por unos y por otros. Es, en cierto modo, el único personaje sin doblez, de alguna pureza de ideas (se mueve primero por sus convicciones, luego por el amor) y, sin embargo, es destruida por todos. Es víctima de la mentira oficial pero también de la falsa utopía izquierdista, y, como tal, no puede sobrevivir, aunque el pobre Muria lo intente, en la sociedad de la mentira y la impostura. Opuesto a este personaje femenino está otro en cierta manera antitético, el de la Madre Nieve. Con un perfil actancial cercano al cómic, y que recuerda al cine de Tarantino más violento, hiperbólico y mítico, esta mujer reacciona a la inversa que Sara Arta: la Madre Nieve se hunde en el horror y la venganza, olvida el amor y las ideas para sumirse en la espiral de la locura y el castigo:

“Ya no soy una mujer –dice ella-. Ahora soy todas las mujeres. Soy la Madre Nieve. Mi padre me violó. Mi hermano me violó. Mis novios me violaron. Todos los hombres me han violado. Soy todas las mujeres. Soy la Madre Nieve. Vivo dentro de un pozo (...) Y reparto los castigos”.




A lo largo de toda la novela se van abriendo espacios simbólicos de significación. Es lo que ocurre hacia el final con la canción Liar, de los Sex Pistols. Los personajes, bajo el influjo lisérgico se dejan “caer” en ese apocalipsis final escuchando una y otra vez “Liar”, de forma obsesiva. También la canción nos remite al sentido de la novela: todo es mentira, tanto ellos, comunistas extremos metidos a terroristas, como los militares y espías, en el otro bando,  son falsos y manipuladores y la verdad ya no existe. Todo son máscaras, por lo que todos pierden su finalidad en la existencia y se quedan “colgados” en ese islote, y  entran en una especie de aquelarre macabro. Como el propio país se convierte también en islote macabro y falso.

“Arrancan los primeros compases de Liar. El graznido de Johnny Rotten, burlándose del fin de todas las cosas. Con su risa de cabra. Meneándose como un bufón.Pero si todo es mentira, entonces la mentira ya no existe. Es una cuestión de lógica simple. La mentira sólo puede existir como contrapunto a la verdad. Ja, ja, ja. Lo que está pasando en esa celda no es cosa nuestra.”

Los juegos dobles, las máscaras, el enrevesamiento de la trama, la presencia de lo fantástico-inverosímil apuntan, en fin, a una sola constatación: la realidad es una impostura y la única verdad es que la verdad no existe. En términos sociales, para una sociedad basada en la mentira, no hay redención posible, ni futuro:

“Un país concebido como un jardín. Sin las complicaciones que trae el pasado. Sin ideas preconcebidas. Sin heridas. Bien rastrillado y hermosamente autocontenido. Sin caminos que entren o salgan. Sin caminos al pasado ni al futuro. Un jardín colgante, desconectado de todas las cosas (...) Matar las cosas para que nunca hayan existido. Limpio y fascinante como un hechizo”.

Sitôt qu'on le touche, il résonne (XXX) : Haloes.




Qué temazo para este Viernes de Dolores.

¡Pero como tú ninguno Cecil B.!




[Del lat. halos, y este del gr. ἅλως].

1. m. Meteoro luminoso consistente en un cerco de colores pálidos que suele aparecer alrededor de los discos del Sol y de la Luna.

2. m. Círculo de luz difusa en torno de un cuerpo luminoso.

3. m. aureola (‖ de las imágenes sagradas).

4. m. Brillo que da la fama o el prestigio. Un halo de gloria.

domingo, 25 de marzo de 2012

Los Escila y Caribdis provocados por Joyce.

En el canto XII de la Odisea Circe le advierte a Ulises de los peligros con los que habría de tropezar hasta llegar a Ítaca. Entre estos hay dos monstruos, Escila y Caribdis.

El aullido de Escila infunde pavor a los que atraviesan los escollos, tiene doce pies y seis largos cuellos coronados por otras tantas cabezas en las que tres filas de dientes auguran la muerte negra.





Caribdis absorbe el agua del mar y con ella a cuantos se atrevan a surcar los aledaños de su guarida.

viernes, 9 de marzo de 2012

Capítulo XXIV. El abogado defensor (I)


"Coléoptère, 1967"


Los escarabajos, diréis, no tienen ningún pintor famoso, ni la entomología tiene artista célebre.
¿Ningún pintor famoso el escarabajo, ningún artista célebre la entomología?



"Scarabé, 1967"


"Nete, 1967"




Se suicidó en su casa en Tourtour, al sur de Francia, el 4 de octubre de 1999. Buffet estaba sufriendo de Parkinson y no podía trabajar. La policía dijo que Buffet murió alrededor de las 16 después de poner su cabeza en una bolsa de plástico atada a su cuello con una cinta.[Wkpd dxt]

Bernard Buffet (1928-1999)

martes, 6 de marzo de 2012

Sitôt qu'on le touche, il résonne (XXIX) : Trouble.




Tenemos problemas, es algo que se veía venir.
Ha estallado la burbuja inmobiliaria.
La fiesta estuvo genial (mientras duró).
Pero ahora no tenemos dinero ni para tomar un taxi, y con los recortes han eliminado el servicio de autobús nocturno. Y tenemos que regresar a casa, y encima tenemos que seguir pagando la hipoteca de la casa que nos va a costar el doble.
Tenemos problemas, es algo que se veía venir.
Ha estallado nuestra burbuja inmobiliaria, sí, sí... oh, oh



"...pues no señores, hay quienes avisaron de la burbuja inmobiliaria a mediados de 1994 y avisan ahora de la que se nos viene encima en 2012, para mí tienen bastante más credibilidad que este señor que "cuida" tanto " su" mercado."

"...acogiendo una costumbre anglosajona que es la de los informes de coyuntura sectoriales que se realizan por agencias y otras entidades con el fin de aclarar la situación que se vive en el momento. Aunque aquí ellas (las Shampoo) fueron más ambiciosas y fueron un poco más allá, sacaron la bola de cristal y vaticinaron lo que iba a ocurrir las próximas décadas, incluso, he llegado a leer pronósticos de la situación hasta de 30 años. Hábilmente, a veces se incluye una coletilla en letra muy pequeña que dice que “comportamientos pasados no garantizan los futuros” o algo parecido."

"...a día de hoy se ve que pecaron de optimistas, claro que en marzo de 1994 era pecado mortal utilizar las palabras burbuja inmobiliaria.
http://www.inmobiliariabarreras.net/es/madrid/corporativo/noticias/237/default.aspx
Así que no intenten confundir al personal con que no se deben hacer previsiones en ese boletín de ttp://www.inmobiliariabarreras.net/es/madrid/corporativo/noticias/default.aspx (merece la pena leerlos, a toro pasado parece muy fácil, pero en su día solo unas expertas dispuestas a decir la verdad se atrevían a escribir sobre la que se nos venía encima ) hay decenas de temas compuestos desde 1994 hasta hoy cuyo porcentaje de aciertos habrá librado a los que le hicieron caso de estar pillado de por vida con una hipoteca por el doble de lo que vale su casa."

sábado, 3 de marzo de 2012

Tened compasión de mí, al menos vosotros mis seguidores blogueros (XII) : Maurice Maeterlinck.




Apenas posteamos algo lo empobrecemos singularmente. Creemos que nos hemos sumergido en las profundidades de los abismos blogger y cuando volvemos a la superficie la gota de agua que pende de la pálida punta de nuestros dedos ya no se parece al mar de que procede. Creemos que hemos descubierto en un blog maravillosos tesoros ocultos y cuando volvemos a la luz del día sólo traemos con nosotros piedras falsas y trozos de vidrio; y sin embargo en las tinieblas de internet relumbra aún, inmutable, el tesoro.

[Con esta cita comienzan Las tribulaciones del bloguero Törless de Robert Musil].



Maeterlinck fue un gran observador de insectos:

La vida de las abejas (1901)



La vida de las termitas (1927)



La vida de las hormigas (1930)