"En una calle lateral, no muy lejos de las oficinas de Google en llamas, aunque sí algo apartada, había un hombre que, distanciándose muy claramente de la masa y con los brazos en alto, palmoteaba, desesperado, sobre su cabeza, sin dejar de gritar en tono lastimero. "¡Los blogs se queman! ¡Todos los blogs!" -"¡Por suerte no son hombres!", le dije yo, pero mis palabras no le interesaron: sólo tenía en mente los blogs. Pensé que tal vez tuviera algo que ver con esos blogs, que quizá trabajase en el Archivo. Era incosolable y, pese a la situación, lo encontré divertido. Pero al mismo tiempo me irritó. "¡Han matado gente a tiros!", le dije furibundo, "¡y usted habla de los blogs!". Él me miró como si yo no existiera y repitió, entre lamentos: "¡Los blogs se queman! ¡Todos los blogs!"
Elías Canetti

-¿Qué haces aquí, muchacho?
-Nada.
-Entonces, ¿por qué te quedas parado?
-Porque...
-¿Sabes blogear?
-Pues sí.
-¿Cuántos años tienes?
-Cuatro cumplidos.
-¿Qué preferirías: un chocolate o un blog?
-Un blog.
-¿De veras? Estupendo. ¿Así que por eso estás aquí?
-Sí.
-¿Por qué no me lo dijiste antes?
-Mi papá me regaña.
....
[Elías Canetti, Auto de fe (blog version)]
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