simon_pedestal
martes, 20 de diciembre de 2011
Tened compasión de mí, al menos vosotros mis seguidores blogueros (XI) : G.K. Chesterton.
Todo bloguero sabe que hay en el alma tintes más desconcertantes, más innumerables y más anónimos que los colores de un bosque otoñal... Cree, sin embargo, que esos tintes, en todas sus funciones y conversiones, son representables con precisión por un mecanismo arbitrario de publicación de entradas. Cree que del interior de su blog salen realmente posts que significan todos los misterios de la memoria y todas las agonías del anhelo.
El 12 de junio de 1936 Chesterton se encontraba, ya en su lecho de muerte, con el E.C. Bentley, y más tarde llegó el párroco Monseñor Smith para ungirle con los santos óleos. Tras la partida de éste, apareció el reverendo Vincent McNabb, quien entonó el “Salve Regina” junto a la cama del convaleciente que se encontraba inconsciente. En su biografía, Joseph Pearce señala que el padre McNabb «…vio el portátil de Chesterton sobre la mesilla de noche y lo cogió y lo besó». (Wkpd)
Ediciones El Estili(s)ta publicó esta pasada primavera la que quizás sea una de sus obras menos conocidas, La guasa del Padre Brown, donde el bueno del Padre Brown se enfrenta elegantemente a los misterios y enigmas que la populosa Sevilla de principios de siglo XX le ofrece.
Se trató de una edición limitada de la que hoy día es complicadísimo hacerse con un ejemplar... Ustedes comprenden, la estructura es muy otra.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario