simon_pedestal
miércoles, 5 de octubre de 2011
Sampleadores históricos (I): Layamon.
Iniciamos una apasionante serie en busca de los grandes sampleadores que en la historia de la literatura han sido. Esta serie no es cronológica, empiezo por Layamon porque me cae bien, era sincero y temeroso de la mano de Dios.
Él mismo nos narrará en tercera persona su experiencia como sampleador y remakeador:
"Hubo en el reino un sacerdote llamado Layamon; era hijo de Leovenath, a quien tenga Dios en su gloria, y vivía en Ernley, en una noble iglesía a orillas del Severn, donde era bueno estar. Dio en el pensamiento de referir las hazañas de los ingleses; cómo se llamaban y de dónde vinieron y quiénes arribaron a esta tierra inglesa después del diluvio. Layamon viajó por el reino y consiguió los nobles libros que fueron su modelo. Tomó el libro inglés que hizo Beda; otro tomó en lengua latina que hicieron San Albino y San Agustín, que nos trajo el bautismo; un tercero tomó y lo puso en el medio, obra de un clérigo francés llamado Wace, que bien sabía escribir y que se lo dio a la noble Leonor, reina del alto Enrique. Layamon abrió esos tres libros y volvió las hojas; con amor los miró ¡sea Dios misericordioso con él! y tomó la pluma entre los dedos y escribió en pergamino y ordenó las justas palabras y de los tres hizo uno. Ahora ruega Layamon, por amor de Dios Todopedoroso, que quienes lean este estilo y aprendan las verdades que enseña, recen por el alma de su padre, que lo engendró, y por el alma de su madre, que le dio a luz, y por su alma, para que ésta sea más buena. Amén."
Encima tenía calidad suficiente como para despertar envidias entre sus colegas, quienes quisieron acusarlo de plagio y exigieron la retirada de su Brut de las estanterías de los monasterios de toda Inglaterra. La viudas de Beda y Wace se pusieron hechas dos basiliscos al enterarse de toda esta movida.
Allí donde Wace puso: "En aquel día los britanos dieron muerte a Passent y al rey irlandés", Layamon hizo magia y arte (esa cosa libre que no conoce cadenas ni compromisos):"Y dijo estas palabras Uther el bueno: "¡Passent, aquí te quedarás; aquí viene Uther a caballo!" Lo golpeó en la cabeza y lo derribó y le puso la espada en la boca (ese alimento para él era nuevo) y la punta de la espada se hundió en la tierra. Entonces Uther dijo: "Ahora te va bien, irlandés; toda Inglaterra es tuya. En tus manos la entrego para que te quedes a morar con nosotros. Mira, aquí está; ahora la tendrás para siempre."
¡¡Gracias Dios, por la Literatura, por Layamon, por estas lágrimas... por este Layamon 2- Wace 0!!
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Ponerle un manuscrito en su scriptorium a nuestro amigo Layamon era como pasarle el balón a Maradona en el centro del campo.
ResponderEliminarY no soy anónimo, el célebre autor del Lazarillo entre otros, lamentablemente soy Niño Pedante y sigo con la mala e inquieta costumbre de comentar mis propios post.
Que me perdonen los herederos de Diego Hurtado de Mendoza pero no creo en el revisionismo histórico-literario. Tendría que replantearme toda mi vida. O sea, que me practicasen una buena lobotomía no sería tan dañino como.
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