El pasado Lunes falleció Jane Russell. Para todos fue la morena de Los caballeros las prefieren rubias. Para los mitómanos-erotómanos fue Río, la amiga mestiza de Billy El Niño en El forajido, que salvaba la película con sus formas y echada en un pajar (hoy un artículo de ABC se titula La morena entre el centeno). Para los que somos fans de las comedias de Bob Hope, Jane Russell fue Mike, la pistolera-regenta de saloon que el amor de Rostro Pálido Potter Junior reinsertó para la sociedad previo cumplimiento de condena.
Es cierto que hubo otras grandes pistoleras-regentas de saloon para la historia del cine. Que Altar Keane (Marlene Dietrich) en Encubridora y que Vienna (Joan Crawford) en Johnny Guitar, manejaban sus negocios de hostelería con la misma habilidad que sus revólveres. Puede que comparar estos dos peliculones con una comedia de Bob Hope sea una boutade en toda regla. Pero comparar los pechos y las caderas de Jane Russell con los y las de Dietrich o Crawford ya deja de ser algo tan subversivo, al menos a priori.
Recuerdo que se bajaba del caballo vestida de pistolero negro, sombrero y guantes negros y dos revólveres al cinto, como los "buenos" malos que en el cine del Oeste han sido. Que Rostro Pálido Potter Junior la recibe desde la ventana:
-¡Cariño, estoy aquí! Nos veremos en el vestíbulo, la tercera telaraña a la izquierda. ¡No sabes cuánto me alegro de verte!
Que Mike (Qué nombre tan masculino para una hembra tan hermosa. Te llamaré Bombón) astuta como Dalila le pide a Potter Junior que se afeite si es que quiere casarse con ella. Y que él acepta encantado:
-Sé que nuestro matrimonio será un matrimonio feliz... Porque tú eres mujer y yo soy hombre... y generalmente esas son las personas que se casan.
Lo de la telaraña y el matrimonio oscila entre el más puro estilo de Groucho y el genial y ridículo Woody Allen (que, como todo el mundo sabe, es mi icono erótico por excelencia)
ResponderEliminarSi alguien piensa que a Marlene Dietrich le hace falta un revólver para mantener un negocio o asustar al más duro de los vaqueros es que no ha estado lo suficientemente cerca de ella para sentir ése frio perfume que sólo exhalan las diosas hiperbóricas de Thule. Su olor a rosas congeladas te previene de cómo puede quedar tu pobre corazón....
ResponderEliminarPor otra parte, hacer un comentario sobre un post en el que se mencionan a bellezas en su más estricto sentido de la palabra tales como Marlene, Marylin, Joan Crawford o Jane Russel hablando de tipos tan abyectos y tan nerds como Woody Allen es una falta de respeto a la estética... ¡ que lo sepas !
ResponderEliminarEn las primeras (y fueron también las mejores) películas de Woody Allen, siempre repite el mismo personaje. Es el mismo personaje que Bob Hope interpretaba en sus comedias. Antihéroe, cínico, cobarde hasta la médula, ocurrente, torpe, payaso, en continua caida y auge (como Reginald Perry), y con increible éxito entre las féminas.
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